Recuerdos Dolorosos

Los Pensamientos y la culpa son memorias revividas.
Los recuerdos son compañeros constantes de la mente.
Ellos nunca dejan a la mente.
Los recuerdos nunca se detienen en su incesante revivir!”
Busquemos que la Divinidad limpie en “nosotros” los pensamientos cargados de recuerdos dolorosas, que nos hacen ver al otro como problema.
La limpieza tiene que ser en ti… el trabajo se debe hacer contigo… pero como esos recuerdos son compartidas… al limpiarlos en nosotros estamos limpiando en el Todo.

Es fundamental comprender que, cuando observamos algún problema en alguien, aquella persona es tan sólo un reflejo de un recuerdo guardado en nosotros que se expresa a través de aquel problema en aquella persona. El problema no es la persona, sino nuestros pensamientos sobre ella.
Esos recuerdos, tengamos o no conciencia de ellos, son proyectadas todo el tiempo, creando nuestra realidad… haciéndonos repetir experiencias sucedidas en historias que nos dejan sin comprender el por qué, ni como salir de ellas…

Muchas veces, en esas situaciones que se repiten, tenemos la ilusión de que el problema está en el otro y que si él cambiase el sufrimiento se acabaría… e invertimos mucha energía en esa búsqueda de la modificación del “otro”.

Debemos asumir la responsabilidad de aquello que nos incomoda… en personas… situaciones… lugares, y a partir de ahí buscar las herramientas para que se limpien los recuerdos que hacen que esto nos incomode…
En verdad nuestro trabajo no es más que recibir lo que nos llega cada día… como un “regalo”.
¡Los recuerdos nunca dejan de recordar, incesantemente! Para acabar de una vez por todas con los recuerdos, ellos deben ser borrados también de una vez por todas.”

Como lo hacemos:"Perdonar" significa soltar (o dejar de creer) creencias, ideas y juicios que han estado perpetuando experiencias de miedo, tristeza, frustración, ansiedad, etc.